Gianicolo

La colina del Gianicolo es una de las zonas más exuberantes de Roma, un lugar poco frecuentado por los turistas porque está bastante alejado del centro histórico. Todo ello multiplica su atractivo. Pero si a la hora de visitar Roma no contamos con demasiado tiempo, es posible que el Gianicolo sea una de esas zonas de las que vamos a tener que prescindir.

Nosotros recomendamos, no obstante, abrir un hueco en nuestra agenda de visitas. ¿Por qué? La subida al Gianicolo es muy seductora... y también un poco larga. Además, existen diferentes rutas para llegar a la plaza Garibaldi, punto focal de la zona. Y perderse es una opción bastante probable…

La Gran Belleza, Bramante y Garibaldi

¿Qué ver en el Janículo? Las opciones son diversas. Si accedes a la zona a través de Via Garibaldi, el paseo es largo y un poco dificultoso, ya que la carretera no deja mucho espacio para los peatones. Podemos acortar por Via di Porta S. Pancrazio, uno de los extremos del parque.

Lo primero con lo que nos encontraremos si seguimos este itinerario será con la Fontana dell’Acqua Paola, una de las más bellas y desconocidas de Roma debido a su ubicación. La reciente película ganadora de un Oscar La Gran Belleza se inicia con una escena ambientada en este lugar. Se trata de una fuente diseñada por Flaminio Ponzio y Giovanni Fontana por petición del papa Pablo V a comienzos del XVII.

Si descendemos un poco podemos ver la Iglesia de San Pietro in Montorio en cuyo interior se encuentra el Templete circular de Bramante, una de las joyas arquitectónicas escondidas de Roma. En esta zona está también la Academia de España en Roma.

El camino del Paseo del Gianicolo nos conduce al Monumento a Garibaldi, uno de los grandes héroes de la Unificación Italiana. De hecho, los bustos de muchos de los protagonistas del risorgimento están presentes en varios puntos de la colina.

La estatua ecuestre de Garibaldi marca la zona central del Gianicolo. Es una obra en bronce y mármol diseñada por Emilio Gallori a finales del XIX. Más allá se encuentra la estatua ecuestre de Anita Garibaldi, de Mario Rutelli, también famoso por sus náyades de la fuente de la Plaza de la República.

Las vistas desde el Gianicolo

Además de ver fuentes, estatuas e iglesias, no nos podemos perder las vistas desde la octava colina de Roma. Una de las opciones es desde la propia Fontana dell’Acqua Paola y desmayarnos como el turista de la película.

La terraza del monumento a Garibaldi es otra opción para sacar unas buenas fotos panorámicas. Y, por último, está el faro Manfredi, otra de las vistas más espectaculares de la ciudad. Si tenemos tiempo, merece la pena acercarse al Gianicolo y olvidarse del bullicio de los turistas durante un rato…