Panteón de Agripa

Todo el mundo tiene su lugar preferido en Roma. Y este es el mío. El Panteón de Agripa (o Panteón, a secas) es una de las joyas arquitectónicas mundiales y un lugar de visita imprescindible a la hora de viajar a Roma. Y es gratis…

Fue construido por orden de Adriano entre los años 118 y 125, ha fascinado durante siglos a visitantes de la Ciudad Eterna.

Dato curioso: Miguel Ángel no quiso diseñar una cúpula de mayor diámetro para San Pedro del Vaticano que la del Panteón como muestra de respeto.

Que ver en el Panteón

El Panteón de Agripa es el mejor testimonio para entender el esplendor que alcanzó la Roma Imperial. El Foro Romano o el Coliseo también te ofrecen una perspectiva magnífica de este etapa, pero el estado de conservación del Panteón es muy superior.

Marco Vipsanio Agripa, yerno de Augusto, el primer emperador, fue el artífice de esta construcción. El emperador Adriano, un siglo más tarde, lo reconstruyó colocando la inscripción original en el friso de la entrada.

Emperadores posteriores hicieron modificaciones o restauraciones, pero la esencia del edificio se mantuvo. A principios del siglo VII, el Papa Bonifacio IV lo consagró la Virgen y los mártires y, de esta forma, se mantuvo protegido de los vaivenes de la historia.

Eso no impidió que Urbano VIII Barberini retirase los revestimientos de bronce del pórtico para construir cañones para el castillo de Sant’Angelo y las columnas salomónicas del baldaquino de San Pedro obra de Bernini. De aquí surgió la famosa frase: “Lo que no hicieron los bárbaros lo hicieron los Barberini”.

Tras el impactante pronaos (pórtico de entrada) de 16 columnas de granito rosa y gris, nos encontramos con las puertas de bronce y dos nichos en el que estarían las estatuas de Agripa y Augusto. Si miras al techo de este pórtico verás las vigas de madera, las originales de bronce fueron las que expolió Barberini. Y más allá el interior.

Pasemos adentro! Pero recuerda que para que te dejen pasar hay que ir con prendas que cubran los hombros y las rodillas, y quitarse gorros y sombreros, por respeto.

La cúpula de 43,3 metros de diámetro es una proeza arquitectónica con un óculo de casi 9 metros de diámetro que es la única fuente de luz del interior. Si te fijas verás que la bóveda esta formada de ladrillo (mas ligero que  la piedra) y dejando unos huecos cuadrados para aligerar la estructura.

El óculo no tiene ningún tipo de cristal que lo cierre sino que esta abierto, de modo que cuando llueve el agua entra a raudales, pero esto no es un problema. Puedes ver en el centro del suelo unos agujeros pra evacuar todo el agua y además toda la superficie tiene una inclinación casi imperceptible hacia este punto.

El tambor es la parte que soporta la cúpula y estaba fabricada con bloques más pesados y con una anchura mayor.

Buena parte del pavimento de mármol con decoración geométrica es el original.

Y por si esto fuera poco, los nichos albergan tumbas de grandes personajes de la historia de Italia. Las tumbas más famosas son las de Vittorio Emanuele II, el monarca artífice de la Unificación Italiana y la del artista Rafael Sanzio. Esta última es fácil de encontrar, es la que siempre está plagada de turistas.

Qué ver en los alrededores del Panteón

La plaza que se abre al Panteón (Piazza della Rotonda) es una de las zonas más animadas de Roma, con cafés, tiendas y restaurantes. Ideal para descansar.

Al lado, tienes la Piazza della Minerva con un obelisco apoyado sobre un elefante, obra de Bernini, uno de los monumentos más curiosos de Roma. En la misma plaza, está Santa Maria sopra Minerva con fachada de Carlo Maderno y un Cristo resucitado de Miguel Ángel en su interior. A pocos minutos al este encontrarás la Plaza Navona.

Entradas, horarios y precios

De lunes a sábado de 8:30 a 19:30. Domingos de 9:00 a 18:00.

Visita con audioguía

Por el módico precio de 9€ puedes reservar esta audioguía que te desvelará la misteriosa historia del Panteón y te ayudará a admirar sus extraordinarias características arquitectónicas y otros secretos.

Reservar audioguía

Aparte de la audioguía, la entrada es gratuita.

Cómo llegar

Autobús: línea 116.