Arco de Constantino

Es uno de los monumentos más conocidos de Roma. Su ubicación al lado del Coliseo contribuye a esta fama. El arco de triunfo es una tipología que combina arquitectura y escultura y está muy asociado a la Antigua Roma. Este tipo de monumentos conmemorativos fueron recuperados durante siglos por los gobernantes como símbolo de poder, caso de Napoleón.

Constantino mandó construir su arco de triunfo para celebrar su llegada al poder absoluto tras vencer a Majencio en una etapa en la que el poder se había descentralizado con el objetivo de gobernar de forma más eficaz los vastos territorios del imperio.

Es un homenaje al triunfo

Los arcos de triunfo cumplían varias funciones, pero principalmente se trataba de un monumento que conmemoraba una victoria militar o la llegada al poder de un gobernante. El Arco de Constantino se dispuso en la Via Triumphalis, un camino que los emperadores realizaban cuando entraban victoriosos en la ciudad.

Roma se vestía de gala para dar la bienvenida a su emperador que seguido por una larga corte de militares y asesores cruzaba los puntos neurálgicos de la ciudad. En Roma, el emperador atravesaba el Campo de Marte, el Circo Máximo, la zona del Coliseo con el Arco de Constantino para luego girar hacia el Foro Romano con el Arco de Tito y de Septimio Severo.

Precisamente fue el Arco de Septimio Severo el modelo que usó Contantino para el suyo, un monumento de tres vanos, el central de mayor amplitud. El mármol y el ladrillo se combinaron en el ático. Los relieves cubren sus caras externas. Las medidas totales del Arco de Constantino son: 21 de alto x 25,7 de largo x 7 de profundidad. Una construcción monumental.

Y es que cada nuevo gobernante quería que los monumentos en su honor fueran más grandes que los del anterior. Sin embargo, para abaratar costes o para acelerar su construcción, se aprovecharon restos de otras obras, incluyendo relieves de época de Trajano, Adriano y Aurelio. Así es que a nivel iconográfico no es un programa unitario.

¿Quién fue Constantino?

Debemos detenernos en este personaje. Viajar a Roma nos permite comprender mejor la historia de la Ciudad Eterna, que no deja de ser la historia de los orígenes de la civilización occidental. Constantino, nacido en Serbia en el 272 y muerto en Anatolia en el 337, pasó a la historia por legalizar la religión cristiana.

En su lecho de muerte se convirtió al Cristianismo marcando un antes y un después en la historia del Imperio Romano. El Imperio de Occidente entraba en decadencia y el de Oriente tomaría el relevó. Constantinopla (hoy Estambul), bautizada por el emperador como la Nueva Roma, fue su gran legado y la capital del Imperio Bizantino durante más de 10 siglos.

Llegar hasta aquí

Metro: Colosseo, línea B. Autobús: líneas 75, 85, 87, 175, 673 y 810.